papel, lápiz, 30×42 cm

Cada uno de nosotros nace con un distinto propósito creativo. Para lograrlo, debemos enfrentar nuestros miedos más profundos, particularmente el miedo a la muerte. Este miedo, manipulado por la mente, a menudo nos obliga a apresurarnos por la vida en busca de algún objetivo difícil de alcanzar. Sin embargo, en verdad, nuestro propósito, nuestra verdadera vida no está en un futuro lejano, sino en el momento presente. Por lo tanto, el miedo a la muerte se transforma en un miedo a vivir verdaderamente. Hasta que reconozcamos esto, nunca cumpliremos verdaderamente nuestro único y último propósito…..