papel, lápiz, 30×42 cm

En lo más profundo, dentro de cada persona, yace una sombra de vanidad, esperando en las alas con paciencia y silencio, como una mantis religiosa acechando a su presa y atacando en el momento más inesperado. En esta coyuntura, estamos indefensos contra esta fuerza, completamente bajo su control. La sombra de la vanidad oculta sin piedad nuestro verdadero rostro y esencia. Solo el poder del amor es capaz de enfrentarse a esta sombra………